Tiempo de lectura: 3 minutos
En el partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones, el Barcelona sufrió una dura derrota por 1-4 ante el PSG. Con este resultado, los parisinos se aseguran un lugar en las semifinales del torneo.
En el decisivo partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones que tuvo lugar en el Estadio Olímpico de Montjuic, el Barcelona sufrió una aplastante derrota por 1-4 ante el PSG. Este resultado decisivo garantizó al equipo parisino un lugar en las semifinales del torneo, eliminando al equipo devoto de la competición europea. Los errores defensivos, en particular la expulsión de Ronald Araujo en el minuto 29, acabaron con el sueño europeo del equipo catalán al no aprovechar la ventaja que tenía en el partido de ida (2-3) ante el Paris Saint-Germain. Vuelve el equipo dirigido por Ousmane Dembélé y Kylian Mbappé, el doble autor.
Xavi arriesgó desde el principio y Pedri metió a Pedri en el centro del campo. Sin los sancionados Sergi Roberto y Andreas Christensen, claves en el inesperado ascenso del conjunto azulgrana en los dos últimos meses, el jugador egarense optó por la magia del canario en el centro del campo, que en el partido Prior dejó claro que quería competir. de inicio a pesar de que ha pasado menos de una semana desde que se recuperó de su última lesión muscular.
El Barcelona perdió solidez en defensa, pero encontró la salvación sujetando el balón ante un rival que mordía alto, sin miedo, buscando errores en la salida azulgrana. Y esta vez Luis Enrique no experimentó con la composición. Mejoró en el lateral derecho con Achraf Hakimi, que estuvo sancionado en el partido de ida, añadiendo músculo con Zaire-Emery en el mediocampo y el desequilibrado Bradley Barcola en ataque.
Porque Luis Enrique no estaba en carrera y repitió el plan de la ida con una presión intensa, rodeando a Cubarsí y ahuyentando a Araujo, imposibilitando la recuperación del balón a los de Xavi. Pero sin él no sufrió mucho miedo en los primeros 12 minutos, periodo en el que los blaugrana tuvieron que dar cuatro pases consecutivos y atacar primero.
El balón le cayó a Lamine Yamal, que corrió por la banda derecha y mandó a Nuno Mendes a la cuneta. Levantó la cabeza, miró al área y filtró un centro preciso que Raphinha casi remata desde dentro del área (1-0, 12). El escenario de la ida se repitió y el Barcelona avanzó como gigantes, sin hacer ruido, esperando dar el primer golpe en un partido que todavía tenía mucho que escribir.
El gol le dio un respiro al Barcelona, el equipo pudo entrar más veces al campo del PSG. Y en eso, Lewandowski tiene una clara oportunidad de ampliar la brecha. Mbappé también empató pero Ter Stegen lo evitó. Y mientras los azulgranas parecían tener el control del partido, Araujo se equivocó en la recuperación, Barcola lo empujó hacia atrás y cuando se encontraba de cara a la portería de Ter Stegen fue derribado por el uruguayo. El árbitro no dudó en sacar la tarjeta roja directa al defensa azulgrana (minuto 29).
La expulsión obligó a Xavi a sacrificar a Lamine Yamal, el protagonista secundario, y dar entrada a Íñigo Martínez. El plan de juego cambió para el equipo visitante, que lo dio todo para defender a los «miuras» del PSG. Menos de 10 minutos tardó el equipo de Luis Enrique en igualar. Barcola, el delantero francés más destacado de la primera parte, envió un centro que Mbappé casi falla, pero Dembélé lo bloqueó, fue abucheado por Montjuïc y con el pie derecho mandó el balón al tragaluz.
El segundo gol le pegó al ‘mosquito’ antes del descanso, que los azulgranas, ahogados en su área, pidieron unos minutos para refrescarse antes de la segunda parte, que se esperaba fuera más que exigida a los azulgranas. . Un ejercicio de supervivencia, que no uno, frente a un oponente que monopoliza el ataque y multiplica las oportunidades. Achraf avisó con un disparo que Ter Stegen empujó hacia atrás, y Fabián con un disparo escorado que se fue al palo.
Por tercera vez no perdonó Vitinha, que al igual que Dembélé también marcó en la ida. Esta acción se produjo tras un córner mal defendido por el Barça. El centrocampista inventó un disparo cruzado desde la frontal del área para batir a Ter Stegen (1-2, minuto 54). Los parisinos empataron y el Barcelona se escapó de la cueva, casi empatando con un disparo de Gündogan que se desvió en el poste de Donnarumma justo antes de que el árbitro expulsara a Xavi Hernández en señal de protesta.
Otro error infantil hizo que el Barcelona fracasara. Esta vez fue Cancelo quien derribó a Dembélé cuando intentaba robarle el balón en el borde del área. El árbitro no dudó en pitar los once metros y Mbappé, ausente en el partido de ida, revirtió la situación en un abrir y cerrar de ojos (1-3, minuto 61). El empate seguía con el Barcelona, pero con la ventaja en el marcador, sus rivales especularon algo con el balón.
Agotados por el esfuerzo, los lugareños esperaban su oportunidad en algún destino. Lewandowski creó una oportunidad para obligar a Donnarumma a avanzar, Raphinha advirtió con un truco que solo necesitaba rematar con precisión. En los últimos diez minutos de partido, Xavi quemó el barco dando entrada a Joao Félix y Fermín Suárez. Mientras el Barcelona buscaba el milagro, Mbappé (1-4, 89 minutos) acabó con el sueño europeo de los locales con un contraataque.