Los portugueses todavía están en el camino del éxito en Medio Oriente. Este sábado, el atacante lo demostró al marcar un hat-trick ante el Al Wahda en la jornada 30 de la Liga Pro Saudí.

Cristiano Ronaldo tiene casi 40 años y ha vuelto a demostrar por qué es considerado uno de los grandes futbolistas de todos los tiempos. Este sábado, el delantero portugués brilló en el campo con Al Nasr en un apasionante partido correspondiente a la jornada 30 de la Saudi Pro League, marcando tres goles en el triunfo sobre Al Wahda.

El escenario de esta muestra de talento fue el Estadio de la Universidad Rey Saud de Riad, donde Ronaldo dejó su huella desde los primeros minutos del partido. Apenas cinco minutos de partido, los portugueses se adelantaron con un disparo que demostró la letalidad y el instinto goleador característicos del delantero, pese a conectar con el portero contrario.

Pero Ronaldo no se quedó ahí. La estrella siguió presionando a la defensa rival con una determinación incansable y 12 minutos después anotó otro magnífico cabezazo tras un preciso centro de Marcelo Brozovic. Este resultado selló la victoria de ‘CR7’, pero para alegría de sus aficionados, su actuación aún no había terminado.

Cincuenta minutos de partido, el delantero recibió un gran pase de su compañero Sadio Mane, que le permitió rematar el balón con precisión milimétrica. Con sangre fría y una técnica perfecta, el «Bicho» disparó brillantemente al centro de la portería, aumentando su marcador individual y asegurando la victoria del equipo.

La batalla: Cristiano Ronaldo y Lionel Messi
Con este hat-trick, Cristiano Ronaldo suma un gol más a su impresionante palmarés y continúa dejando una huella imborrable en cada equipo en el que juega. Sus logros en el fútbol mundial siguen aumentando con el tiempo, prueba de lo cual es que es considerado el líder indiscutible en el ranking de los mejores goleadores de la historia del fútbol. El delantero portugués ha marcado 890 goles, mientras que su rival más cercano, Lionel Messi, ha marcado 832 goles a pesar de jugar muchos menos partidos